[Drabbles-serial (?)] un YuyaRi (?) XD

miércoles, 14 de septiembre de 2011

♫: la impresora XD
♥: sueño XD
Think: dormir XD!!!

lalalalalal tambien este lo tenia en el FB...ya lo coloque aqui -w-!



Título: ------ *es que cada drabble tiene su titulo XD-
Autor: Yo -sarahi XD-
Dedicado: a Hibari
Parejas: YuyaRi -takaki y hibari pues XD-
Género: hetero~
Extensión: un monton de drabbles.. todos menos de 500 palabras
Summary: Takaki no cree en el amor...pero alguien lo hace cambiar de opinion...sin querer XD
Notas: fome XD!!! Lo siento Hiba-chan,si no te gusta…puedes pegarme u_u!! XDDD! Otra cosa…es como dividido…son como una serie de drabbles que hacen la historia…lo digo por si no tiene mucho sentido XD, que mas...creo empezó algo emo...y~ termino todo fome ...ya no volvere a escribir lo prometo :D!!! como sea~ Feliz cumpleaños Hiba-chan! lo adelante porque dudo poderlo subir los proximos 3 dias :D! XDDDDde la demas...ya saben comentarios. XD

D O U Z O

Desde pequeño tenía la misma idea, ¿Por qué creer en algo que es tan efímero como una flor?, por lo menos en lo que concierne en las relaciones y en su vida, esa, era la opinión de un joven llamado Yuya.
No le veía sentido, cuando era niño vio a su madre llorar, el culpable de aquella lágrimas derramadas era su padre, no entendía la razón del sufrir de su progenitora y solamente abrazo aquel ser que le dio la vida.

Regresaba de la universidad, pues había ido a arreglar unos pendientes para su futuro ingreso, el día fue cansado, abrió la puerta de su casa y al entrar, vio una escena que parecía un dejavu, su madre sentada en un sillón del living, con su rostro empapado de gotitas saladas provenientes de sus ojos, con una mano sobre su boca, como si quisiese contener aquel sentimiento que la comía por dentro, por instinto, el chico de cabellos claros, se acercó y le regalo una abrazo consolador, su madre al sentir los brazos de su hijo se desmorono y lloro con intensidad, sabía perfectamente él porque del sufrir de esa mujer que de cariño le decía “mamá”, su llanto ceso y con una voz tímida le pregunto:


-¿Por qué todavía lo permites mamá?-
Anonada ante la cuestión, la señora aclaro su voz y contesto.
-Porque aún le amo-

¡No podía creerlo!, ¿Cuántas veces su padre la había sido infiel y ella lo perdonaba?
-¡No lo entiendo!, sufres por el…-
-Hijo, a veces el que ama más es quien sufre más-
-El no sufre…-
-Eso, Yuya, no lo sabes-


Quedo mudo con esa contestación, “sigo sin entender” murmuro para sí, pero su madre lo alcanzo a escuchar.
-Ya encontraras a alguien Yuya, que será la excepción a todo tu pensar- acaricio su mejilla, le regalo una sonrisa melancólica y dejo a su hijo solo en aquel sillón.

Sin duda alguna, ella estaba equivocada, quiso creer en ese sentimiento tan “maravilloso”, pero ¿Qué recibió a cambio?, una puñalada al corazón, desde ese día se prometió y se juró que no volvería a caer en esa trampa tan mortal llamada “amor”.

~Tu…~


-Disculpa, ¿podrías darme paso?-
Una delicada voz lo saco de sus pensamientos, giro hacia la dueña de esa voz y se apartó dejándole el paso libre.
-Gracias Takaki-kun- Le agradeció una chica de cabello oscuro, piel moreno claro, pero algo en ella le… ¿irritaba?, no, eso no era, solo sentía como se le oprimía el corazón, ¿su sonrisa?, era un linda sonrisa, así que tampoco era, o su forma de ser, siempre dando la impresión de estar enamorada, quizás de la vida, quizás de alguien…de alguna forma lo último lo ponía triste, sacudió su cabeza para despejar su mente, ¿Por qué pensaba en ella?, no es que estuviera mal, ni estuviera fijándose en todo lo que hacía Hibari-chan…¡Hibari-chan!, ¿desde cuándo la nombraba así en sus pensamientos?, porque en realidad no hablaba con ella.


Entro el profesor y Takaki se dirigió a su asiento, la clase dio inicio como de costumbre, el maestro explicaba el tema y los alumnos tomaban notas, la hora termino dando paso al fin de la clase, pero antes de que su profesor se marchara dijo unas palabras muy particulares:
-Harán equipo con su compañero de la derecha, pónganse de acuerdo.-
Dicho esto, tomo sus cosas y se marchó. Yuya giro para ver a su compañero…era ella.

~¿Sera…?~


Sentado en una mesa de aquel salón lleno de libros, realizaba su investigación, alzo su mirada y la vio, observaba como pasaba con su mano sobre su oscuro cabello, acomodándolo detrás de su oreja, sujetando con la otra un libro que ojeaba, se veía tan linda, cerro el libro y se dirigió hacia él, avergonzado, Yuya, bajo su mirada, Hibari tomo asiento frente a él.
-Aquí viene lo que necesitamos, Takaki-kun- Con una hermosa sonrisa le explico.

Por un momento, se perdió en aquel dulce gesto y algo tímido solo dijo un “si”. Se volvía torpe junto a Hibari, sabia el porqué, sin embargo, aún estaba en negación, “¡no estoy enamorado!”, y los días pasaban, juntos en aquella biblioteca, conociéndose mejor.

~La única excepción~

Alguien la abrazo y la saludo de una forma tan cercana, Hibari correspondió al saludo. En el tiempo que la había tratado, nunca lo hizo tan familiarmente, quería, pero su razón se lo impedía.

Celoso, estaba celoso, quería sujetarla de la mano y decirle que tenían cosas que hacer, solo para alejarla de aquel sujeto, pero no debía y enojado, le indico a Hibari que se iba, dio media vuelta y se marchó, dejando a la chica un tanto confundida.


Regreso a casa y con sus sentimientos encontrados, saludo a su madre, dándole un beso en la mejilla y a punto de marcharse a su habitación, su mama le pregunto:
-¿Ya la encontraste?- Yuya no entendió o mejor dicho se hizo el desentendido.
-Iré a terminar mi tarea- esas palabras salieron de sus labios, esquivando la cuestión.
Subió las escaleras, entro a su cuarto, coloco su mochila en su pequeño escritorio que estaba algo desordenado, tomo la silla y la ocupo, saco una libreta y un lapicero, disponiéndose a escribir pero solo hacia garabatos, con la pregunta de su madre haciendo eco en su mente y en su corazón, relacionándola directamente con una linda chica, a veces torpe e impulsiva, relacionándola con Hibari-chan. Escribió en su cuaderno y sonrió dulcemente, “creo que la encontré” y bajo a cenar.

~Miedo~

-¿Así está bien, Hibari-chan?- le mostro unas hojas a la chica. No recordaba exactamente el momento en el que comenzó a ser más cercano a Hibari-chan y en realidad no le importaba, tener el pretexto del proyecto para estar juntos casi todo el día, lo inundaba de felicidad, porque esa pequeña cercanía lo hacía feliz, “¿Sería buena idea hacérselo saber?, no estaba seguro, después de todo, aún tenía miedo de salir herido, ya le paso una vez, pero tenía más miedo de que si lo hacía, la alejaría de su lado.


“-¡No guardes lo que sientes!, ¡déjalo salir!- Una vez le regaño Hibari a Yuya, preocupada por verlo decaído.
-solo estoy cansado- trato de conversarla con una sonrisa dibujada en el rostro.”

Esas siete palabras que Hibari le dijo alguna vez, rondaban en su cabeza, haciéndole creer que era una señal para dejar su desidia y afrontar la barrera que el mismo construyo.

~ Sunset Glow~


El sonido de la mar era tan relajante, un viento fresco acariciaba la arena cálida que se iluminaba con un sol brillante, se escuchaban también, las risas de un grupo de jóvenes que se encontraban celebrando el fin del semestre, se lo merecían, trabajaron duro en las clases. Takaki también fue, un poco de aire fresco y la compañía de sus amigos, no estaba mal… ¡¿A quién engañaba?! , esa excusa ni el conejo de pascua se la creería, fue porque Hibari iría y quizás con algo de suerte, la vería en un lindo bañador, se burló de el mismo ante su pensamiento tan varonil.
-Soy un tonto-
-¡Si lo eres!-
Giro para ver quien afirmaba su ‘estupidez’ y justo en ese momento fue bañado en agua salada, Hibari le vació un balde lleno de agua, totalmente mojado, Yuya le lanzo una mirada asesina, provocando que Hibari gritara y le lanzara el trozo de metal para después salir corriendo y salvar su vida.
-¡REGRESA!-
Salió disparado detrás de ella, nadie mojaba a su persona y se salía con la suya y a unos centímetros de alcanzarla, apresuro el paso, estiro la mano y la detuvo.

-¡Kyah~!, ¡Suéltame!- Hibari dijo entre risas.
-¡Nunca!- sentencio Yuya.

La sujeto por la cintura para poder cargarla en su hombro y así aventarla en ese gran y azul mar, Hibari pataleaba y hacia berrinche, pero eso no detuvo a Takaki, sus pies sintieron la humedad del agua y Hibari vio las intenciones de Yuya.
-¡No!; ¡Espera!; ¡Ah!- cayó al agua, provocando que el otro también lo hiciera, haciendo un gran salpicón.

-Eres un grosero- y formo un puchero en sus labios.
-Tú lo eres más por empezar- con cierta arrogancia remato, dejando a Hibari sin palabras para defenderse.
-Quiero helado- Takaki solo rio por el comentario.
Momentos así son los que atesoraría por siempre.

Subieron al bus que los trajo a la playa y que los regresaría a casa, en el trayecto de ida, Hibari se sentó con una amiga, pero esta la cambio por su “nuevo novio” dejándola sola, Yuya vio cómo su amiga le daba la novedad, “si quieres, puedes sentarte a mi lado”, ¡no supo de donde saco el valor para decirlo!, solo lo dijo con un ligero rubor en sus mejillas que gracias a dios se perdía con su bronceado. A Hibari no le pareció mala idea, no le gustaba ir sola y además…podía estar con él. Tomaron asiento, ella junto a la ventana, dándole un bello paisaje, el mar siendo tocado por unas líneas rosadas provenientes del cielo, que pintaban el contorno del océano de un color anaranjado.


El transporte arranco y aun en la carretera se podía apreciar la hermosura de la playa, Hibari sentía sueño, sus ojos le ganaron y los cerró, inconscientemente recargo su cabeza en el hombro del chico, quien solo atino a rodearla con su brazo para que se acomodara mejor. Yuya recargo su cabeza con la de ella, sentía nervios cada vez que la tenía cerca, su corazón latía con rapidez, solo ella tenía ese efecto sobre él.
-Te quiero y mucho- en un susurro se lo hizo saber, sabía que no lo escucharía y le deposito un tierno beso sobre su sien.
Lo escucho, provocando que sus mejillas tomaran un color rosado, se aferró a la playera del chico y en un mismo tono le contesto:

-Yo también te quiero…en serio.-
¡Nunca creyó oiría su “confesión”!, pensó que estaba dormida y al parecer no era así, pero al oírla corresponder su cariño, olvido sus miedos y nervios, abrazándola con ambos brazos queriéndole decir que su “respuesta” lo hizo inmensamente feliz.

Hibari giro hacia él, encontrándose con unos ojos color café que la miraban con un gran cariño y una gran alegría , cerró los suyos a la espera de algo, Yuya entendió, se acercó un poco al rostro de Hibari, oliendo su perfume, acercándose cada vez más a sus labios, dándole un corto pero dulce beso, el primero de tantos.

De algún modo extraño, su miedo se marchó, dejándole lugar para su única excepción.

-fin-

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