[One-shot] "¿Como decírtelo? -Hetero-

domingo, 28 de agosto de 2011
♫: los tics del teclado
♥:sueño
Think: en nada ._.

XDD este lo tenia en el FB...asi que lo pase aqui :D!




Título: "¿Como decírtelo?"
Autor: Yo -sarahi XD-
Dedicado: Mokoni
Parejas: MoriKoni (?) XDDD -ryutaro x mokoni XD-
Género: Hetero~
Extensión:One-shot
Summary: tengo pereza para hacer un resumen
Notas: Mokoni~ espero que te guste! Siento que lo secuestre el principio, torturándolo en el desarrollo para matarlo al final ;w;!!!
y sere sincera me dio lata …XDD tenia las ideas pero no sabia como ponerlas…y quedo esto ;o;! si no te gusta…puedes morderme D:!

y pues ya sabes comentarios=amor
Douzo~
Era evidente que le gustaba, por lo menos para los demás, quienes le decían “Dile algo o alguien te la ganara”, pero, ¡qué fácil era mencionarlo!, ellos no lo dirían por él, después de todo tratar con la personas no era su fuerte y mucho menos cuando se involucraban los sentimientos, pero extrañamente, con ella podía ser una persona más abierta, quizás porque la conoció en un buen momento, aquel día en que por “casualidad” regresaron juntos a casa, hablo por primera vez con ella, le hizo mucho bien , había tenido una mala semana y gracias a que hablo con ella pudo desahogarse todo lo que tenía por dentro y así poco a poco aquella chica de cabello negro, fue rompiendo el cascaron que lo cubría, fue volviéndose indispensable para él.

Hubo momentos en que mando unas señales sobre lo que empezó a sentir, intento hacerlas obvias, pero ella no las veía, quizás su voz todavía era débil para ser escuchada, pero aun así, no dejaba que eso lo pusiera triste, porque era feliz al compartir lo de siempre con ella, sin embargo, quería que su voz llegara a sus oídos, debía encontrar una forma especial para gritarlo, algo especial para ella.

Regresaban a casa por el camino largo, por ese sendero que atravesaba el parque, para ir por un merecido helado, pues ese día, tuvieron un examen que los dejo agotados, después de comprar esa fría delicia, tomaron asiento en una banca que daba frente a una fuente, a unos cuantos metros de ahí, se encontraba un pequeño grupo de niños jugando, era un bella tarde.

Hablaban de cosas varias, para estar sentados comiendo un simple helado, se la pasaban bien, este era el momento, pensó, coloco su mano sobre su rodilla y la cerro tratando de obtener valor, no la veía a los ojos, si lo hacía, corría el riesgo de perderse en ellos y no decirlo…de nuevo.
-Mokoni…-la chica volteo a verlo.- Sabes…este…yo…-

En eso un viento feroz se hizo presente arruinándole lo poco que artículo, por otra parte, Mokoni sujeto su cabello con una de sus manos para que no se le alborotara y cerro sus ojos, los niños que andaban por ahí, dejaron salir unos gritos y aquel chico solo se lamentaba internamente y como si fuera poco que el momento se hubiera arruinado, el viento le arrojo un trozo de papel, cayéndole directamente en la cara, la chica abrió sus ojos, la “pequeña ventisca” desapareció, pero se llevo una sorpresa al abrirlos.


-Ryutaro estas bien?- pregunto con una risa algo burlona, quitándole aquel pedazo de celulosa, al parecer era una propaganda. -Ah! Tu helado!!!- señalo Mokoni, soltando una carcajada al ver a su amigo molesto por tener esa bola de hielo sobre su pantalón, era el colmo, trato de limpiarse con su mano pero no fue una buena idea, se embarro mas.
-Me alegro que te divierta- sarcásticamente lo dijo, ella solo seguía riéndose, fijando su mirada a la hoja que tenía entre sus dedos, Ryutaro al ver que Mokoni lo ignoraba, decidió quitarle lo que la distraía.
-Oye! Estaba viéndola!- formando un puchero en sus labios.
-“estabas”- le revolvió los cabellos y en voz alta leyó el encabezado.-“Festival del templo Tsukimine”, es este fin de semana…-
-Me gustaría ir.- Dijo Mokoni, colocando ambas manos al filo de la banca, encogiendo los hombros, fijando su mirada hacia él, regalándole una sonrisa.
Ryutaro se perdió ante el gesto que le otorgo Mokoni, como quería esa sonrisa, realmente la atesoraba, pero recordó que en ese momento se le confesaría, miro hacia otro lado y solo atino a decir que era momento de llegar a casa.
Al día siguiente, durante las clases, ella lo observaba discretamente, ¿Qué acaso no pillo la indirecta?, técnicamente le pidió que la llevara, ¡era obvio!, cualquiera lo hubiera entendido y decepcionada, fijo su vista al pizarrón y tres asientos a la izquierda, se encontraba Ryutaro, sumergido en sus pensamientos, meditando si debía invitarla al festival, la miro algo afligido, siempre tenía oportunidad pero nunca las aprovechaba.

-flashback-
‘“me gustaría tener mi propia estrella”, eso es lo que quería de pequeña’, perdiendo su mirada en el infinito cielo.
-fin del flashback-

Ese pequeño recuerdo se le vino a la mente, Mokoni se lo comento alguna vez, quizás ir al templo no era mala idea, quizás esa sería su última oportunidad, se convenció de invitarla, por fin. La hora de salida se hizo presente y con ello comenzó su plan, se levanto de su asiento y se dirigió al de ella y con nerviosismo le pregunto si quería ir con él al templo, ella atónita, asintió con la cabeza, nunca se imagino que Ryutaro la invitaría. El chico cerró su puño moviendo el brazo en forma de victoria, sin que ella lo notara.

-pasare por ti, sobre las 7, vale?-
-S-si…-
-Ok, hoy me voy antes, tengo que pasar por unas cosas.- Dio media vuelta y salió del salón, ahora no había echarse para atrás.

Eran casi las siete, se levanto de su cama, tomo sus cosas y se marcho, el sol aun iluminaba un poco, haciendo un bello ocaso, dejando ver unas pequeñas estelas alrededor del manto rojizo del atardecer, llego a la casa de Mokoni, toco el timbre y le dio la espalda a la puerta, después escucho como atendían a su llamado, volvió para ver quién era, era ella, se quedo sin palabras, lucia hermosa con ese yukata blanco adornado con distintivos rosas, con un listón rojo sujetándole su oscuro cabello. Al ver la reacción de Ryu, ella trato de excusarse, diciendo que su madre la obligo a vestir así, pero no era verdad, se esmero mucho para verse linda para él, era la primera vez que salían solos, era como su “primera cita”, solo que Ryu no lo dejo en claro.
-Nos vamos?- algo sonrojada pregunto, pues él no le quitaba la vista.
-Si…-Reacciono al escuchar la cuestión de la chica.
En el trayecto, alguien más los acompañaba, era el silencio, extrañamente este acompañante no era incomodo, si no nervioso, les insistía a que alguno de los dos hablara, cuando por fin ella iba a hacer a un lado al “invitado”, el otro interrumpió, se miraron y se rieron de ambos, creando un ambiente más relajado, deshaciéndose de quien les estorbaba.

Dentro del rio de gente que se encontraba en el templo que se divertía en el festival, Ryutaro esperaba el momento idóneo y eso no lo dejaba divertirse como los demás, sin embargo, algo en el le decía que disfrutara, el momento llegaría solo, hizo caso a esa voz y se dedico a pasarla bien con Mokoni, yendo junto con ella a los puestos de juegos de destreza, nunca habían sido su fuerte y esa noche lo reafirmo, se sentía torpe porque Mokoni le gano en la mayoría.
-Mejor vamos a comer algo- sugirió la chica y fueron a por unos takoyaki, entre los puestos, vio un camino que llevaba a un lugar menos concurrido, los fuegos artificiales se verían bien desde allí, no lo pensó y sujeto la mano de ella, quitando de el bocado que degustaría.
-A donde vamos?- pregunto sin dejar de sujetar la mano de Ryu.
-Por acá, sígueme.- sentía nervios, pero hacia lo que su corazón le dictaba.

Llegaron a un frondoso árbol, en ese instante, el cielo comenzó a ser adornado por grandes y coloridas flores, una seguida de la otra crecían, Ryu, con todo el valor que reunió, metió su mano en el bolsillo de su chaqueta, soltando la de Mokoni, quedando frente a ella.


-Lo siento, no pude conseguir una como la que tú querías- mostrándole un pequeño dije en forma de estrella.
Estaba atónita, no creía que lo recordara.
-Me gustas!- y el manto oscuro de la noche, fue alumbrado de amarillo, mostrando el sonrojado rostro de ambos, Ryu coloco aquella estrella en el cuello de Mokoni, quedando a unos centímetros de su rostro, la miro fijamente y le pregunto “saldrías conmigo?” y torpemente la chica dijo “si”, tomo su mejilla, con la otra mano entrelazo sus dedos con los de ella, unieron sus labios para su primer beso, este sería un recuerdo que se envolvía en un perfume del verano que no olvidarían.

-fin-

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