[one-shot] "¿Lo prometes?" - MoriJima

jueves, 21 de junio de 2012
 ♫: 베짱이 찬가 (The Grasshoper Song)- Sunny Hill
♥: fufufufufu~
Think: ringa ringa ding (8)~ ringa ringa ding(8)~!!!!!
sunny hill grupo kpop que si vale la pena *A*!!!



asasdasdasda! mi ultima entrada en el blogger *0* -aplausos- me mudare al lj~ XDDD! porque quiero ._. y es mas necesario~ cuando termine de mudarme, elimanere el blog...o las entradas XD!
asdasdasda como sea~ Sunny Hill rlz B3!
p.d mi icon AriJima es amor *A*!!!!!!


Título: "¿Lo prometes?" -ando sin imaginacion para los titulos -w-!*
Autor: Yops -sarahi XD-
Parejas: MoriJima * chibi*
Dedicado: a mi Rey Tsuki y a Hiba-chan y a mi Saku-senpai *0*
Género: AU...XD
Extensión: One-Shot *e iba ser viñeta XD-
Summary: MoriJima Chibi *3*
Notas: el titulo fail *el fic mas XD* asdasdas siempre salen de las canciones que escucho...pero ponerle "ringa ringa ding" no era una buena idea XDDD! asdasda
que mas~ Rey
este no es el morijima que te debo...xDDD pero igual te lo dedico...el que te debo se supone que es continuacion del AriJima...u otra idea random que tengo en mente 8D!!!!!
Hibari-chan...tu yabukaki...aun esta en proceso
XD aguantame XDDDDD y ya...creo XDD
Senpai~ no se...me gusta dedicarte cosas *3* XD comentarios = ♥ *^*!

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Echó un último vistazo a su hogar, su madre le dijo que ya no volverían a ella, que ahora tenía otra más grande y bonita, no entendía el porqué, aquella casa, SU casa era bonita y grande para él, sus amigos del jardín de niños vivan por la zona, al parque que iba a diario quedaba justo en frente, ¿Porqué dejar un lugar tan agradable?, simplemente no lo entendía.

Su mamá le aseguró el cinturón de seguridad, al igual que el de su hermano menor, su progenitora ingresó al automóvil, su padre espero a que se acomodara para poder arrancar, seguía mirando por la ventanilla que tenía por paisaje al parque que tanto añoraba, un grupo de niños agitaban las manos, se despedían del pequeño que iba en el vehículo.
-Bye-bye, Ryu-chan~- gritaban casi a coro los amigos del mencionado, le decían adiós a su amigo.
Ryutaro no pudo evitar sentir un sentimiento de melancolía, se pegó al vidrio y con su mano recargada al cristal hizo lo mismo.
Pero volverían, ¿cierto?, sólo dejaría su casa, ¿verdad?, no tenía porque dejar a sus amigos, el pequeño Ryutaro cuestionaba a sus padres con sus dudas, de cierta forma, no supieron que responderle, sólo decían que "todo estaría bien", no eran tan sencillo decirle que nos los vería de nuevo, Ryutaro no entendía a los adultos.

Después de un largo viaje, por fin llegaron a su destino, ahora su nueva casa quedaba cerca del mar y lejos de sus amigos, bajo del automóvil y entró a su casa, dio una inspección rápida, era hermosa, pero él quería la suya.
-Mamá... ¿cuándo regresaremos?- pregunto mientras tiraba de su blusa con un tierno puchero en sus labios.
-¿A dónde hijo?- iba entrando con unas cajas al living.
-¡A nuestra casa!- agito sus manos.
-Está es nuestra casa- con un tono amable trato hacer entender al niño.
-¡No lo es!- y con un berrinche tomó asiento en el primer escalón de las escaleras que llevaban al segundo piso.

Su madre optó por no decirle nada por su comportamiento, de alguna manera entendía la razón, sus papás continuaron con la mudanza, su hermano menor hacia la siesta en el asiento del auto, fastidiado se levantó y se dirigió al patio trasero, al salir noto el profundo azul del mar, pero, ni así logró levantar su humor, aburrido decidió explorar el lugar.

Pasó el fin de semana, su "hogar" parecía un tiradero, ¡cajas por doquier!, aunque era divertido, jugaban entre ellas con su hermano. Bajó las escaleras, era hora de ir a la escuela, desayuno, se cepillo los dientes y después se colocó sus zapatos, ya afuera sujeto la mano de su mamá, tenía esperanza de que lo llevarían a su escuela, pero no fue así, también tenía una nueva escuela, con temor se aferro a su madre, no quería ingresar.
-¡Me portare bien, no me dejes!-escondió sus rostro entre las rodillas de la mujer, quién lo apartó de ella, lo tomó por sus mejillas y le depósito un tierno beso sobre su frente.
-Tienes que ir Ryu-chan...-el pequeño parecía querer llorar, esa escuela era extraña para él, tenía miedo.
-No llores, ya eres un niño grande, anda entra.- lo dijo con paciencia, el cambio le costaba mucho a Ryu, con empujoncitos lo llevó a la entrada, una educadora se ofreció en auxiliarlo para ingresar, lo tomó de su pequeña mano y lo encamino hacia su nuevo salón, giro su cabeza, vio a su madre, con la otra mano que tenía libre, se despidió con un pucherito en su rostro.

-Harás nuevos amigos, ¡ya lo verás!- dijo sonriente la persona que lo acompañaba durante el trayecto.
-Hmm!- asintió tímidamente.
Espero afuera del aula, fue la indicación que le dijo aquella señorita, debía entrar cuando lo llamasen, pateaba piedritas para perder el tiempo y no aburrirse. La misma mujer que le dio la orden, se asomó por la puerta y lo nombró, hizo una venía para que se acercara, poso sus manos sombre sus diminutos hombros y le hizo pasar.
-¡Niños!-llamó la atención de los demás- Este es su nuevo compañero, Ryutaro Morimoto, porteños bien con él, ¿vale?- Un unísono "Si", sus alumnos afirmaron y como sí nada siguieron en lo suyo.
-Allá hay un lugar libre, Ryu-chan, toma asiento ahí.- señaló la silla vacía y sonrió, el pequeño fue a donde le indicaron, esa mesita había más niños, pero ni se molestaron en saludarlo, Ryu bajo su mirada ante la indiferencia de ellos, su nueva escuela, no era bonita.

La clase comenzó, la maestra explicaba el tema que tenían pendiente, todo iba normal, llegó la hora del recreo, el timbre sonó y así como hizo ese particular sonido, los niños ya estaba fuera del aula jugando, menos Ryu, se quedó sentando en su silla, prefirió no salir, la educadora lo noto, se acercó a él para averiguar que le sucedía.
-¿Te sientes mal?- tocó su frente para asegurarse de que no tuviese fiebre, Ryutaro sin dejar salir alguna oración, negó.
-Sé que es difícil-se hinco para estar a su altura-pero sal a hacer amigos, ¿sí?, te sentirás mejor- revolvió los oscuros cabellos de Ryu.
Sin muchos ánimos, alzó su cuerpo del lugar donde se encontraba, con pasos temerosos salió al patio, la luz del sol le dio en su cara y cerró por un momento los ojos para abrirlos poco a poco, miro a todos lados, sus compañeros jugaban y reían, ¡el también quería reír!, vio un grupo de niños, eran de su salón, empuño su mano, juntando un poco de valor, camino hacia ellos.

El grupo de pequeños humanos lo vieron aproximarse y antes de que él llegase, se dispersaron, un poco de tristeza sintió, Ryutaro, guardó sus manos en los bolsillos de su bata azul, dio media vuelta y regresó a la puerta del aula. A veces los niños podía ser crueles, recargado en la pared, observaba como sus compañeros se divertían, pasaron unos días y ninguno de ellos le dirigía la palabra, intentó ser amigo de alguno, nadie aceptó su amistad, estaba decaído, su día escolar término y como siempre su mamá fue a por él. Su madre había notado lo cabizbajo que estaba su primogénito, al verlo salir le saludo.
-Mamá... ¿no podemos volver a nuestra vieja casa?- más que un berrinche, esa oración sonó a una súplica.
Su madre con el corazón partido, tomó a su hijo en un abrazo protector.
-Vamos a comer a la nueva casa, ¿sí?-
-Si...- sujeto la mano de ella y comenzó a caminar, sabía que no irían a la vieja casa.
Llegaron y Ryu se quitó sus zapatos, después su bata y su gorro amarillo que tanto identifica a los del kínder, comió algo, apenas y tocó sus alimentos, su hijo le preocupaba, preparó la carriola para su hijo más chico, alisto a Ryu y volvieron a salir.

Se escuchaban risas, una gran área verde comenzó, había ido al parque de la zona, esperaba que con eso, su pequeño s elevará su ánimo, de cierta forma lo logró, Ryutaro corrió hacia la resbaladilla, ella fue a una banca con su hermano menor, en la resbaladilla había una fila, esperaba a que lo dejaran subir, pero esos chicos no le daban oportunidad alguna, otro más en la fila, significaba que debían esperar más para subir, dio unos pasos hacia atrás y se escondió debajo de las escaleras del juego, recargo su mejilla en sus rodillas, dejando salir una lágrima.
-¡Ah!- grito, un perro le cayó encima, le lambio su mejilla, borrando por un momento el rastro de tristeza que tenía.
-¡Ya déjame!-forcejeaba entre risas queriendo quitar esa bola de pelos con patas de su encima, aún así de divertía, ¡por fin sonreía!, tanto tiempo en ese nuevo lugar y está era su primera mueca de felicidad.
-¡Choco, déjalo!-la voz de otro niño dio la orden, Ryu y el perro miraron al dueño, pero el perro poco caso le hizo, siguió llenando de baba al pequeño que tenía aprensado.
Una vena se asomó en la frente del otro chico, se acercó a su mascota y comenzó a tirar del collar de este, con los empujones de ambos lograron quitárselo de Ryu.
-¡Choco malo!-señaló molestó el otro pequeño, que era un poco más alto que Ryu, Choco sólo le ladrón y movía su cola con una felicidad aparente.
-¿Estás bien?- extendió su mano para ayudar a Ryu en ponerse de pie.
-Si...- sujeto la extremidad que le auxilio, ya de pie, se sacudió el pasto de sus ropas, después se froto la cara para quitarse la baba que le dejó el perro de ese chico.
-¿Quieres jugar con nosotros?-sonrió- ¡le caíste bien a Choco!- Revolvió el pelaje café de su mascota.
-¿Puedo?- sus ojos le brillaron.
-¡Si~! ¡Vamos!- Choco comenzó a correr y ambos fueron detrás de él.
Ahora esa resbaladilla lucía aburrida en comparación con el niño del lunar cerca de su ojo izquierdo y su mascota.

El sol se estaba ocultando de la luna que salía lentamente en busca de él.
-¡Ryu-chan~!- grito su madre, era hora de ir a casa.
-Mi mamá me llama...-frunció su ceño, el otro, colocó su dedo entre las cejas de Ryu y quitó ese gesto, ante esto Ryu inflo sus mejillas, el otro las pico y luego carcajeó un poco.
-Bye, bye Ryu-chan!- se despidió, el pequeño Ryutaro no quería irse, no sin saber el nombre de él.
-¿Cómo te llamas?- jugó casi toda la tarde con él y apenas preguntaba ese dato tan básico.
-Me llamó Yuto y el Choco- esbozo una sonrisa.
-¿Jugamos mañana?- cerró los ojos al preguntar.
-Si...- Yuto ladeo un poco su cabeza, Choco lo imito.
-¿Lo prometes?- volvió a hacer un adorable puchero.
-¡Sí!- entusiasta dijo Yuto.
-¿Por el meñique?- alzó su mano dando su dedo.
-¡Por el meñique!- le parecieron graciosos los gestos del niño más bajito y sello la promesa de volver a verse para jugar. Su mamá volvió a llamarlo, se despidió diciendo un "hasta mañana", Ryu regresó a casa, estaba feliz, ¡ya tenía un amigo!, ya quería que fuera mañana, ya quería volver con Yuto y Choco, pero primero debía ir a la cama, así el otro día llegaría más pronto.

-Fin-

3 comentarios:

lizy dijo...

dios mio que tierno qestuvo pobresito ryu que niños tan malos lo hicieron sufrir bien por yuto y choco que le sacaron sonrisas me ha encantdo muchas graciaspor subirlo

Fresita♥ dijo...

Awwwwwwwwww~~ *--* ME gusta! JAmas habia leido de esta pareja D: Y bueno, soy nueva por aqui ~~
adas Que son malos los niños de Kinder :c ~ Pobre Ryu~~ Lo dejan solito.
Que lindo el perrito que llego a secar si lagrimita! Por un momento pense que yuto le diria al perrito que se alejara de ryu y se iria sin hablar con el~ asdsadasd Enserio me encanto ~ Que lindo que se hicieran amigos. Desde ahora Choco sera el perrito del amor (?) Que junta parejas bonitas *-*
¿Te iraas a LJ?asdas ¿A cual ? D: ASi te acoso alla tambien ~ xD Es que enserio me gusto como escribes~ Y me gustan tus otp~ Casi nadie esribe de esas ~ Asi que si te sigo puede que tu si las escribas~~ Jojojojo (?) bueno, eso ~ bye ~

Sa-chan♥ dijo...

asdasdasdsadsd gracias -///w///- a las dos!
nunca? bueno yo tampoco... por eso lo hago...son mi pareja *random* favorita ;O;! asi que si quieres leer mas de ellos aqui es el lugar BD! XDD

pues mi lj es : sarahi1718@lj XD
pero... ya no me fui BD

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