[One-shot] "Colores"

viernes, 3 de agosto de 2012
♫: Clicks del teclado
♥:sueño
Think: Dormir -w- XD

Bien, hola :DDD! paso de rapido para dejar un fic, es hetero, lo hice para una amiga~~ si lo leen gracias, de verdad aprecio que lo hagan~ sin mas... Douzo!

Título: "Colores" -este es el titulo, lo acabo de inventar BD...#Fail-
Autor: Yops -sarahi XD-
Parejas: ChinenxOC -YuKy- (one-side) y YutoxOc -YutoxVicky-
Dedicado: a Vicky♥ 
Género: AU, angst, escolar, random -w-
Extensión: One-shot
Summary: ----- incapacitada para hacer uno
Advertencias: OOC y ya
Notas: Vicky querida, es el fic que te debia de años! XDD lo siento si no es algo feliz, pero, no hay drama en mi vida, si no hay drama en mi vida me veo forzada a hacerla(?) XDDDDD espero que te haya gustado~
p.s. se aceptan jitomatazos -w-

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El sonido del rodar de las llantas del tren sobre  las vías era muy notorio, un campo verde con pequeñas casas con amplía distancia entre ellas, era el paisaje que tenía detrás de esa ventana, sacó de su compacto morral una libreta de dibujo y un estuche de lápices de colores, siempre los llevaba consigo, en donde  sea la inspiración se hacía presente, tomó el lápiz que era similar al gran cielo que tenía encima de él; aquel viaje tenía como motivo la celebración de su graduación sus amigos lo propusieron,  Yuri sentando en un vagón de ese gran tren, ignoraba a los que alguna vez fueron sus compañeros de clase, después de todo él era así, sin quererlo (y a veces sí) se cerraba tanto en su interior que nadie podía entrar, después de todo ¿de que servía?, eran personas que a la larga jamás volvería a ver.
— ¿Qué haces?—preguntó Vicky al chico que tenía justo en frente.
—Dibujo...— de repente la voz de ella logró sacarlo de su interior.
—Bueno eso lo sé— sonrió un poco- pero, ¿qué dibujas?-estiro un poco su cuello, tratando de ver lo que Yuri guardaba celosamente.
—Un recuerdo...— algo de melancolía se oyó en su responder.
—Por alguna razón, lo supuse— Vicky era la única que lograba entrar en la pequeña fortaleza que Yuri imponía, no por nada Vicky era la chica que tanto le gustaba; mostró su cuaderno, dejándolo ver sólo a los ojos de la chica, los garabatos que trazo, Vicky asintió con su cabeza, como prueba de que le gustaba lo que veía.
— ¡Genial, Yuri!— también era de la pocas personas que le permitía que lo llamase por su nombre.
—Gracias, pero aún no tiene forma— dijo con cierta modestia, algo raro en él.
—Lo sé,  pero eso no quita que siga siendo genial— poso su mano en el antebrazo de Yuri, se levantó de su lugar y se dirigió a con su amiga, pero antes le dedicó un gesto cálido a Yuri, el corazón del pelinegro tomó un color que sólo Vicky sabía pintar.

La siguió sólo con su mirar, sólo hasta el momento en el que se sentó con una de sus amigas; por un momento pensó que Vicky preguntaría por su recuerdo,  por un momento deseo que así hubiera sido, pero sinceramente no sabría qué contestar, pues ni él estaba seguro de que era lo que plasmaba, por ende no tenía idea de lo que pudiera haberle dicho, estuvo bien que así fuera, con sinceridad sólo podía asegurar algo: era el recuerdo de la primera sonrisa que Vicky le regaló.  Atesoraba tanto ese momento que optó por guardarlo en su libreta y no sólo en su mente. No tenía muchos detalles de ese día, sólo recordaba que se encontraban en clases y que Vicky había volteado, le miro y sonrió, eso le bastó para despertar algo en él, 'algo' que con el tiempo creció.

Sí lo meditaba bien, siempre hubo oportunidades para confesarse, pero en ninguna tuvo el valor, prefería guardar la imagen que Vicky le daba, de una Vicky alegre, cerró sus ojos por unos instantes, necesitaba visualizar su obra, pero sólo logró ver como su corazón fue un gran lienzo en blanco, un lienzo que se manchó con tantos colores bonitos, colores que sólo Vicky tenia.
—Hemos llegado, Yuri—  de nueva cuenta apareció Vicky anunciándole que el tren paró y que ellos habían arribado a su destino, guardó sus cosas y fue con ella y con los demás.

Salieron de la estación, fueron a un lugar fuera de la ciudad, al campo, no había plan alguno, sólo salir para hacer más tonterías y recordarlas en un futuro, buscaron un lugar, se situaron a lado de un río, y casi al instante todos corrieron en cámara lenta por el lugar, haciendo parodia de los dramas, Yuri se limitó a verlos, se estiro y optó por continuar lo que comenzó en el tren, miró a su pequeña musa, se divertía tanto, era exactamente así como quería guardarla, pero ella notó que de nueva cuenta se apartó, por inercia fue hasta él, le arrebató su morral y lo lanzó al pasto, le sujeto de la muñeca y lo llevó consigo.

Ya con los demás intentó jugar, sintió frío, comenzaron a vaciarse agua helada del río, la idea de estar mojado no le agradaba mucho, y sobre todo no le interesaba, pero ahí estaba,  sinceramente siguió el tonto juego por ella, ya que ella fue quién le invitó en ir y además, podía tenerla cerca un poco más, con ambas manos junto un poco de agua y su detrás de ella, Vicky corrió hacia un árbol, quería protegerse de su inesperado atacante.
— ¡VICKY!— gritó Chinen, provocando que la chica cerrará sus ojos y utilizará sus brazos como escudo.
— ¡YURI NO!—escondió su rostro, esperaba estar empapada, pero al no sentir el agua, abrió sus ojos y bajo la guardia, justo en ese momento Yuri apenas y le tiró uñas cuantas gotitas. — ¡Me timaste!— le dio un ligero golpe en su brazo y se soltó a reír; Yuri jamás se atrevería en hacerle algo así. — ¡Ah!— de pronto la chica de cabellos claros grito y salió corriendo, Chinen no tenía idea de porque Vicky reacciono así, no hasta al sentir una refrescante, mejor dicho una helada humedad sobre su cabeza, las carcajadas de alguien le hizo girar.
— ¡YUTO!— el bajito espeto enojado.
— Sólo es un juego- dijo quitándole importancia al hecho, acto seguido Yuto fue tras la chica que hace unos instantes salió huyendo, él se limitó en verles, de alguna manera el alto siempre lograba arrebatarle la atención de Vicky; mojado, Yuri se sentó sobre el pasto.

Al cabo de un rato, todos estaban empapados y exhaustos, todos dispersos por el gran campo, de nueva cuenta Chinen estaba sólo con sus pensamientos, después del juego, quiso sentarse junto a Vicky, pero  el lugar que quería estaba ocupado por Yuto, enojado consigo por no ser más atrevido tomó su libreta bruscamente, de ella salió una hoja suelta doblada en dos, era una carta para ella, en está decía lo que siempre deseo decirle: "Te quiero".  Dos simples y directas palabras, dos palabras que demostraba y  que llevaban el peso de sus sentimientos, tenía planeada dársela el último día de clases, pero como costumbre, falló, no encontró el momento ideal, al final de cuentas esa carta se quedó con él, "Y ¿sí se la doy?", una pregunta que se dibujó en su interior, después de este día no tendría más, y casi de la nada, salió el valor que siempre se negaba en mostrarse, se levantó, con su corazón y esperanza en un trozo de papel, Yuto aún no se iba, pero poco le importaba estaba decidido.

Un sonrojo tierno ilumino sus mejillas después de la acción que el alto tomó hacia ella, ¡Desde cuando deseaba probar los finos delgados de Yuto!, aunque había sido un corto contacto, no quitó el hecho de que la hizo feliz, la frase que siempre anhelo oír la dijo a la perfección "¡Vicky, me gustas!" y ella correspondió, también le gustaba Yuto, después de aquel beso, el alto entrelazo su mano con la de ella.

Entre la bulla que los demás hacían por la nueva pareja, una lágrima se asomó, retrocedió hasta perderse de la vista de todos, su confesión era innecesaria, todo él era innecesario,  al ver aquella escena sintió como sí Vicky hubiera tomado un balde de pintura negra y la hubiese lanzado sobre el lienzo de su corazón, borrando todos los bellos colores y sensaciones que ella plasmo, dejando en su lugar un terrible color y dolor, otra lágrima salió, y otras más la siguieron, ¡no podía evitarlo! y no sabía cómo detenerlas; feliz, esa así como ella lucía, es así como le gustaba verla, es así como la recordará por siempre, fue por su mochila, término su dibujo y arrancó la hoja y sin avisarle a alguien, se fue, no aguantaba encontrarse ahí; no tenía ojos para verle a la cara sin desmoronar la suya, sobre las pertenencias de Vicky dejó el dibujo, titubeo en dejarle su confesión, lo hizo, después de todo ya tenía todas de perder; el dibujo no era la gran obra de arte, es más dudaba en que Vicky pudiese descifrarlo sólo era un montón de tontos garabatos!, partió rumbo a la estación, tantos colores le pintaron, tantos el blanco de su ser jamás regresaría, llegaría a casa para tratar de restaurarlo, un poco de agua de salada serviría.

-Fin-  

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