[One-shot♥] "Bienvenido" - Hikaru

lunes, 9 de julio de 2012
♫:lovey dovey versión Japonesa- T-ARA
♥: normal XD
Think: Hikaru♥

Minna-san domo, Sarahi desu -w-! XDDDD, saben? necesito mas icons, no salgo de los mismos XD aunque el icon de Hikaru es mega amorsh, en fin hace unos dias, el blog me fallo queria publicar pero nada XD! en fin espero que esta vez no me trolle D:! 
en fin~   a lo que vine~

p.s. Lovey Dovey en japones, no debio existir XD

Douzo *3*)/


Título: "Bienvenido" -este es el titulo mas fail de mi vida XDDDDDDDDD! e.e-
Autor: Yops -sarahi XD-
Parejas: ninguna realmente, solo Hikaru e invitados (?) :D!
Dedicado: nadie en especial a ustedes
Género: AU, fluff, random 8DD!
Extensión: wan-chot -one shot pues XD- 
Summary: Hikaru es bello y hermoso (?) XDD
Notas: bien, esto esta basado en hecho reales (?) XDDDDD en serio, solo falto Hikaru para que fuera mas real (?) D:! XDDDD en fin...comentarios=  
 
*/////*////*////*



El cielo cada vez se tornaba de un color gris con el pasar de los minutos, hace nada era una linda tarde, el infinito parecía ser de un color rojizo, la temperatura era ideal: ni tan frío ni tan cálido, ¿En qué momento se oscureció?, un chico de cabello castaño se cuestionó, no notó la hora en el que el ambiente cambio por completo, por suerte traía consigo un pequeño paraguas azul y los demás decían que era una estupidez su precaución, ¡¿Ahora quién era el idiota?!, sin duda alguna llevar su paraguas fue una acción acertada.
-¡Hasta mañana!- se despidió agitando la mano mientras con cierta superioridad.
-Nos vemos, Hikaru- Un compañero de trabajo le contestó sin muchas ganas al ver la mueca que el castaño tenía dibujada.

Antes de salir por completo de la tienda, dirigió una mirada al cielo, "El torpe de Yuya se mojara!" pensó y carcajeo un poco, salió, tenía poco tiempo para llegar a su hogar, sí es que no quería ser presa de la traviesa lluvia, después de todo ese paraguas sólo le protegería parcialmente y a paso veloz caminaba, en momentos como este agradecía vivir tan cerca de su empleo, y el tonto de Yuya decía que era mala idea, formó un puchero en sus labios, cruzando los brazos,  todo sin dejar de caminar, las calles estaban, técnicamente, vacías, era normal, o eso suponía Yaotome, ¿Quién en su sano juicio caminaría con un clima así?, puede que un loco o alguna persona despechada y dolida, pero aseguraba que nadie más.

Comenzó a hacer un viento fuerte, cerró los ojos por inercia al sentir como la tierra se levantó con el danzar del aire, escuchó algo anormal, abrió con cuidado los parpados, pero todo parecía normal, volvió a oír aquel sonido, buscó con la mirada solamente, caminó un poco y tropezó, ¿Una caja?, ¿Qué hacia allí?, curioso decidió inclinarse un poco, el ruido provenía de su interior, la caja se movió, en sus adentro guardaba, Hikaru tomó una de las tapas y echó un vistazo, ¡un gatito!, retrocedió rápidamente cerrando durante el acto la caja, miro hacia todos lados y sin más se fue, ¿Qué inhumano deja a una cría de gato a su suerte?, bueno, él no podía quejarse, hizo lo mismo; aquel gatito café se movía frenéticamente en la caja; Hikaru caminó unos metros y a su hogar llegó.

-¡He regresado!- Gritó mientras entraba, aunque, ¿a quién le anunciaba su llegada?, vivía sólo, aventó las llaves a un pequeño buro que se encontraba por ahí, hizo lo mismo con el paraguas, quizá era la costumbre gritar, se sentó para quitarse los zapatos, eso de vivir con la familia le dejó con muchas manías, acomodó sus zapatos e ingresó de lleno a su pequeño hogar, se tiró sobre un sofá rojo que llenaba una parte de la habitación, realmente se sentía agotado, su jefe lo traía de un lado para otro "¡Hikaru atiende al cliente!" o "¡Hikaru haz la factura!", "¡Hikaru esto!", "¡Hikaru aquello!", hizo una muela que según él era la cara de quién tanto lo mandaba, sino fuera porque necesitaba el empleo, a estas alturas de la vida ya hubiese renunciado.

El gatito después de haber visto el rostro de Hikaru quiso salir de esa horrible caja, sus hermanos y hermanas habían sido llevados por otros humanos, le dejaron solito con frío y hambre, con una de sus patitas destapo su prisión de cartón, dando pequeños saltos quería a aferrarse a la orilla de está, así fue, pero por su peso la caja se volteó y cayó al piso, un maullido dejó salir, ya afuera lo buscó, ese humano parecía bueno, no lograba verlo, decidió aventurarse por la calle.

Un gran estruendo hizo que Hikaru saltara de su sillón, fue un trueno que se oyó por todos los lares; el gatito chilló;  seguido de ese sonido hecho por la naturaleza, la lluvia se presentó, gota a gota el asfalto se empapaba, el recuerdo del minino en la caja  ocupó lugar en el pensar del chico, sintió un poco de pena por el gatito, se levantó, sujeto su paraguas y descalza salió a la calle, ya ahí vio que la caja se encontraba volteada y que el gatito ya no estaba, Hikaru pensó que un alma dadivosa se lo llevó, un "aquí estoy" en forma de maullido le hizo voltear a su derecha, ahí estaba el minino café, escondido entre la pared y un poste de luz, ligeramente empapado, Hikaru suspiro con cierta molestia, lo sujeto, lo depósito en su caja y lo cargo, buscó un lugar donde podría atajarle de la lluvia: debajo de la marquesina del edificio donde vivía, se aseguró de que no mojara más y por encima de la caja le colocó el paraguas, ya hecha su buena acción entró a su casa, de nueva cuenta.
-¡Achuu!-  genial, por ayudar a esa pequeña bola de pelos le daría un resfriado.

Se dirigió al baño, necesitaba secarse con una toalla, salió y comenzó a frotarla en sus cabellos, ya una vez que se quitó el exceso de agua la puso sobre sus hombros y fue al intentó de cocina que tenía, abrió el refrigerador, echó un vistazo, nada, era irónico que trabajase en una tienda de abarrotes y no tuviera más que un cartón de leche, le quitó la tapa y la olía, estaba en buen estado, o ese creía, y sin más bebió directo del empaque, lo dejó como estaba, ya mañana traería algo de la tienda; volvió al sillón donde hace unos momentos reposaba.

Sus ojos poco a poco se cerraban, la precipitación le comenzaba a arrullar, lentamente caía en los brazos de Morfeo, a nada de entrar al mundo de los sueños, unos débiles maullidos le perturbaban su descanso, ¡De nuevo esa bola de pelos!, giró para acomodarse mejor, seguía oyéndolo, tomó una almohada y  con está cubrió sus oídos y por ende toda la cara, no funcionó, irritado arrojó contra el piso la almohada, se paro bruscamente y se asomó por la puerta.
-Cállate torpe...- corto su frase al no creer lo que veía: al pequeño gatito café fuera de su caja, siendo molestado por otro gato pero más grande, el muy cínico le quitó su caja, usándolo para el solamente.
-¡Hey! ¡Sal de ahí gato abusivo!- Hikaru defendió al gato bebé, se acercó para ahuyentarlo, pero sólo tuvo como respuesta una pose de ataque por parte del gato más grande, Hikaru dio un pasó hacia atrás, respiró hondo y en un rudo movimiento le quitó la caja, el gato cayó sobre un charco y huyó al sentir el agua fría sobre su pelaje, de nueva cuenta el castaño colocó al minino en su caja.
-¡Ya no te muevas de aquí!- lo regaño, tenía la esperanza de que le entendiera; el gatito sólo lo miró.

Ya en su casa, por tercera vez en el día, se dispuso a continuar lo que tenía pendiente, dormir, pero al parecer esa bolita de pelos color marrón se aferraba a molestarle e interrumpirle, vio por la ventana, ahí estaba, pidiéndole a maullidos que le hiciera el caso, fue hacia la puerta.
-¡Bien! ¡Entra!- agito su mano, señalando el interior de su hogar; el gatito entró. -Ahora sí me obedeces, ¿verdad?-  cerró la puerta, pero sorpresa, el gatito dejaba su rostro, pequeños montitos de agua le seguían.
-¡Espera!- Hikaru quería sacarlo, pero un llamado de la naturaleza tenía mayor prioridad, necesitaba ir al baño, fue en un santiamén, en un par de minutos salió con una sonrisa de alivio que de inmediato fue cambiada por una sien con una vena exaltada, ¡en poco tiempo ese gato ya había hecho un gran desorden!, papeles regados por el piso, almohadas rasgadas y paredes siendo decoradas con las manchas de lodo que en sus patitas traía, Hikaru fue hacia él, lo levantó y lo giro hacia su rostro.
-¡Eres un peligro! ¡Gatito Malo!- Trató de sonar lo más severo posible; con la toalla que tenía en sus hombros comenzó a secarlo, después de todo sí lo dejaba así enfermaría, término, quedó esponjado, lucía hasta adorable, con esa misma tela enrollo al gatito.
-¡Eres un sushi de gato!- carcajeo y lo dejó sobre su cama, alzaría el tiradero que el minino dejó; el gatito luchaba para librarse de lo que le sujetaba, ¡quería jugar con su amo!, ¡oh sí! ya era su dueño, aunque el aparentemente no lo aceptaba del todo.
-¡Listo!- limpio su frente, su intentó de departamento estaba limpio.
-¡Miau!- exclamó el felino; Hikaru volteó y juraría que por una fracción de segundo vio que el gato tenía un puchero plasmado en su diminuto hocico.
-Si... si, ya entendí- le quitó la toalla dejándolo libre, el gatito se estiro, Hikaru por inercia hizo lo mismo.
-¡Miau!- se dejó caer sobre el piso, Hikaru su espanto pero no hizo algo -Miau...- fue más agudo está vez - Miau...- lo miró, tenía hambre, esperaba a que le entendiera, Hikaru carcajeo un poco.
-Tu sí que eres un estuche de monerías- el minino parecía divertirle, se acuclillo y le empezó a darle cariño, pero el minino ni se mutaba de su posición.
-¡Oye!- pico el estómago blanco del felino- ¡Oye!- lo sujeto con ambas manos y le sacudió delicadamente -¡Haz algo!- el gruñir de la panza del gatito le desconcertó y a la vez le tranquilizo -¡Anda! ¡Sólo tienes hambre!- lo bajo y él se levantó, se fue y regresó con un plato de leche, lo colocó a un lado del minino, quién al instante comenzó a beberlo.

Buscaba en su closet algo con que hacerle una cama provisional, no se quedaría por mucho tiempo, mañana por la mañana le hallaría un hogar.
-¡Esto sirve!- una playera vieja, fue por el gatito, ya había terminado su leche, lo puso sobre el sillón, tomó la playera y la uso como cobija -Aquí te quedarás, ¡sólo por hoy! así que no te acostumbres- sentenció el castaño, el gatito sólo lo miraba con sus grandes orbes negras; Hikaru bufo cansado, apagó las luces y se echó sobre su cama, ¡Anhelado descanso! ¡Por fin dormiría!
-¿Qué haces?- cuestionó furioso al sentir las garritas del felino sobre su espalda -¡D-duele!- giró logrando tirar al minino de su encima, haciendo que rodar por el resto de la cama -¡Es mi cama! ¡La tuya es esa!- señaló al sillón, el minino lo ignoro y se acurruco al costado del chico, su amo era cálido; Hikaru quería arrogarlo, ganas no le faltaban, ¡Invadía su espacio vital!, pero lo vio tan quieto y callado que optó por no lanzarlo y prefirió descansar.

Los rayos de luz del sol traspasaban las delgadas cortinas de su ventana, dándole directo en la cara, por el molestar que le causaba más el hecho de que debía ir a su trabajo le obligó a abrir los ojos, justo antes el recordó a su pequeña visita.
-¡Miau!- el minino estaba justo en su cara dándole los buenos días, Hikaru abrió los ojos, el minino le mordió la nariz soltándolo casi enseguida.
-¡Luego me las pagarás!- Hikaru cubrió su nariz con su mano y casi llorando le grito, el felino se escondió entre las cobijas, Hikaru se fue al baño, se dio una ducha, se preparaba para salir, el minino aún en la cama asechaba con su mirada todo lo que el realizaba, Hikaru sacó ropa limpia, de una forma, ese animal le recordaba a alguien que quería mucho, sonrió para el, miro el reloj, ¡Ya era tarde!, en el mismo plato que uso para el gatito la noche anterior, Hikaru le sirvió algo de leche, el castaño salió casi corriendo, con un trozo de pan en la mano, no sin dejar antes advertido al felino que mantuviera el orden, sabía a la perfección que haría caso omiso, pero tenía esperanza de que no fuera así, ya fuera de su departamento vislumbro algo rojo, ¡su paraguas!, lo cogió con la mano que tenía libre y lo llevó consigo.

-¡¿Como que no te gustan los gatito?!- gritó desesperado- ¡Mira es bonito! - sacó su celular y le mostró una foto del susodicho.
-Lo siento Hikaru, soy alérgica a ellos- se disculpo su compañera de trabajo, siguiendo acomodando un anaquel de la tienda.
-¡Pero Hiba-chan! ¡Llévatelo!- hizo un berrinche mientras jalaba la parte inferior de la blusa de la chica.
-¡Si estoy cerca de esas cosas ten por seguro que doy al hospital!- siguió con lo suyo.
-¡¡Hiba-chan!!-
-¡Que no Hikaru!  ¡A alguien más!- se zafó del castaño y huyó a otra parte de la tienda.
-¡Mala!- formó un puchero y fue en busca de alguien quién pudiera llevárselo.

Recorrió toda la tienda y ¡ninguno de los presentes quería un adorable gatito!, fue hasta con su última opción: su jefe, quién al dejárselo saber casi lo despide, su jefe creyó que se lo obsequiaba por burla, ya era de una edad adulta, bastante adulta a decir verdad, y no era casado, ni una mosca desesperada se le acercaba, "¡¿Qué me estas queriendo decir Yaotome?!" esas fueron las palabras iniciales para el discurso de "¡No estoy viejo y soy un soltero codiciado!", media hora de gritos y regaños pasaron, de milagro seguía con su empleo, Hibari se acercó a él.
-¡Ya quédatelo! Es adorable, ¿cierto?- se burlo de el  dándole unas palmadas en el hombro del castaño; Hikaru carraspeo los dientes y se lamentó internamente.

Pasó un día, dos, tres, cuatro, cinco, la semana entera y nada, ahora resulta quería nadie ama a los gatos, siempre que llegaba de su empleo se encontraba con lo mismo: un gatito aparentemente feliz y un gran desorden, dejó la bolsa de plástico en el piso y buscó en la falquitrera de su pantalón las llaves de su hogar, la introdujo girando un poco para poder pasar, un "bienvenido" con sonido a maullido le recibió, Hikaru alzó la bolsa y entró.
-Ya vine- se agacho hacia al minino y le acaricio la oreja, ¡rayos! ya le cogió cariño; el gatito ronroneo, ¡su amo por fin lo aceptó! -Parece que estarás acá por un tiempo, así que...- extrajo algo de la bolsa -¡Mira!- era un collar, se lo colocó a SU mascota, le dio el mismo nombre de la persona que tanto recordaba, sonrió de nuevo, de algún modo extraño, se parecía tanto él, dejó la bolsa sobre la mesa y se dispuso a acomodar todo lo había adquirido, los grandes ojos del gatito le seguía en todo lo que hacia...

-Fin-

2 comentarios:

yaoisaotaku dijo...

Awww que lindo >_____<
Asi hika-chan no se siente tan solo oommmggg¡¡
Aunque a mi me hace ese desorden en la casa y lo echo a patadas XD
¿Aquien le recordaba el gato?
Mmmm me dejaste con la duda¡¡¡
Jajajaj , muy dulce el fic, si no tuviera un perro iria a la tienda a comprarme un adorable minino jaja
"¡¿Qué me estas queriendo decir Yaotome?!" mori con esa frase¡¡¡
Espero mas fics ne¡¡bye~~

Sa-chan♥ dijo...

hola!!!! y gracias ;O;!!!!! me alegra que te haya gustado *3*!
como dije en el summary (?) "Hikaru es bello y hermoso" -w-! XDDDDDDDDDDDDD yo igual...pero Hikaru es lindo y de buen corazon :D! XDDD

pues, secreto~! ok no, lo deje asi para ver a quien se les ocurria a ustedes...pero aca entre nos, para mi es Yabu, se aman y yo los amo por eso -w-)/! XDDDDD

espero tambien subir mas XD

Publicar un comentario

Tu opinion es ♥~